Pedro González de la AMI centró su participación en la defensa de los derechos comunitarios, debida a que estos han sido invadidos por formas de organización individual, ajenas a los pueblos. Desde su perspectiva, los indígenas de la ciudad no sienten como suyos los avances en la entidad, por lo que propuso la aprobación de una Ley Indígena que respete formas de organización comunitaria, y el impulso a programas ya establecidos, creación del edificio indígena, centro de investigación en software libre indígena, fortalecimiento de la educación comunitaria, que fortalece la cultura originaria sin enajenación.
En el DF Participar es un derecho, escuchar es una obligación y, decidir juntos, es un compromiso democrático.