El buen vivir/ sumak kawsay debe convertirse en un espacio de ideológica y política y en un extraordinario pretexto para la creación de pensamiento, no solo en el país, sino a nivel andino y de América Latina. Su diálogo con otros paradigmas y con la educación debe animar procesos críticos.
De profunda sabiduría ancestral, el buen vivir o sumak kawsay se ha posicionado como un paradigma en su más amplio sentido en los sectores sociales, académicos, culturales, ambientales, económicos y políticos.